Desde Márgenes entrevistamos a le Dre. Patricia A. Fogelman, historiadore e investigadore independiente del CONICET, sobre cómo llegó el bolsonarismo a las elecciones municipales y cuál fue el perfil de los candidatos que apoyó. Ante la ausencia de una plataforma electoral: ¿cómo fue su desempeño?

(Recuperado de www.prensalatina.com)

M: ¿Cómo llegó el Bolsonarismo a las elecciones municipales? 

PF: Con muchos problemas. Sus candidatos están perdiendo la base fuerte de votantes del 2018. 

Jair Bolsonaro hizo público su apoyo a ciertos candidatos del interior mediante las redes sociales. De sus candidatos, sólo el Capitán Wagner del Partido Republicano de Orden Social (PROS), en Fortaleza, consiguió pasar al segundo turno. También, al parecer, cuando Bolsonaro apoyó directamente candidatos para las grandes ciudades, su gesto fue contraproducente: basta ver las dificultades de los Republicanos Celso Russomano (en San Pablo) y Marcelo Crivella (en Río de Janeiro). En el caso paulista, el crecimiento de la centro-derecha (los Demócratas del DEM) y el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) marcan las dos grandes rivalidades para el cargo en el segundo turno, donde el candidato de Bolsonaro (Russomano) ocupa apenas, un cuarto puesto entre los más votados. Mientras que en Río de Janeiro, la base de votantes de Marcelo Crivella (prefecto actual), se retrajo muy fuertemente respecto de 2018. Aunque consiguió pasar al segundo turno de elecciones compite muy duro con el antiguo ex-prefecto Eduardo Paes (DEM). 

M: ¿Cuál es el perfil de los candidatos que apoyó?

PF: Podríamos reunir a los favoritos del presidente en una categoría amplia y desordenada, que supera al Partido Social Liberal (PSL, desde el que llegó al gobierno) y  que es posible entender cómo los candidatos de la “anti-política” o de la política “anti-democrática” (ultraderechistas, autoritarios, pro-militares, anti-derechos LGTTBQ, muchos de ellos miembros de la Iglesia Evangélica y algunos de ellos, terraplanistas). Si bien observamos un retroceso respecto de las elecciones pasadas, consiguieron algunos lugares. Los que salieron más fortalecidos, son los candidatos de la centro-derecha (MDB, PP, PSD e DEM) que se consagraron con más “vereadores” (concejales) y mejores posiciones para los prefectos (alcaldes).

M: Los resultados electorales no son buenos para el oficialismo, sin embargo: ¿debilita la figura de Bolsonaro de cara a las presidenciales?

PF: Ni el apoyo explícito de Bolsonaro, ni su influencia, garantizó los primeros lugares. Al punto que Bolsonaro y sus acólitos llegaron a aducir que hubo fraude en los comicios, un poco inspirados en el “berrinche” de Donald Trump. El electorado, tal vez decepcionado por los excesos presidenciales, pero más probablemente por su negligencia durante la pandemia, le retiró su apoyo y se lo concedió a la centro-derecha que parecería mejor aspectada –de momento- para su reemplazo en las próximas elecciones. Hay quienes piensan que los grandes vencedores fueron los del PP, DEM y PSD, vistos como una tendencia semejante a la antigua Alianza Renovadora Nacional (ARENA), un terrible espectro de la derecha conservadora en tiempos de la dictadura.  Ojalá que no, que sea una exageración y que lo peor (con Bolsonaro) esté mermando. Pero tengamos en cuenta que la mayoría del electorado, sigue resentido con el Partido de los Trabajadores (PT) y reacio a las tendencias progresistas de una izquierda que avanza más lentamente que la derecha. Es decir, que la extrema derecha de Bolsonaro se haya debilitado y que la izquierda esté madurando, no garantiza aún el giro progresista del electorado, y cabe seguir preocupándonos por el futuro de Brasil.   

M: ¿Cómo quedó parada la izquierda en las elecciones?

PF: Los partidos de izquierda no aumentaron mucho el número de concejales pero sí avanzaron en la competencia por cargos  de alcaldes en ciudades como San Pablo (con Boulos, por el PSOL) y Porto Alegre ( con Manuela D´Ávila, del PCdB, Partido Comunista del Brasil). 

Es una pena que Marcelo Freixo (PSOL) dejará el camino libre al crecimiento de la centro-derecha en Río de Janeiro.

En general, los partidos como el PCdB y el PSOL están tejiendo alianzas con el PT, y madurando sus propias líneas y cuadros militantes. 

Creo que hay una recuperación de la perspectiva de izquierda que va más allá de Lula y el PT. Es una izquierda más moderna, más inclusiva y que ha llevado a canditatxs trans al cargo de concejales en diversas ciudades como es el caso de la maestra Duda Salabert, en Belo Horizonte, Erika Hilton (PSOL) en San Pablo, en donde también fue electo el hombre trans Thammy Miranda, por el Partido Liberal (PL). Asistimos a una izquierda donde las feminidades están tomando posiciones destacadas, desde Luciana Genro en la creación del PSOL, hasta la gran referente en el campo progresista, la periodista y ex candidata a vicepresidenta, Manuela D´Ávila, quien acompañó a Fernando Haddad (PT) en las elecciones nacionales pasadas, y que hoy es fuerte candidata para el segundo turno en Porto Alegre. 

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