Autora: Laura Schroh

El primer día, busqué el aula 8. Recorrí los pasillos de planta baja y el primer piso hasta que, por fin, alguien la advirtió. Me topé con una escalera caracol y mi expectativa culminó en sorpresa.

Las escaleras dieron lugar a un submundo nuevo, inesperado. 

El descenso por la escalera provocó el ascenso hacia una nueva travesía. Un camino de transformación por explorar. Un no-retorno.

A su vez, el velo obscuro de la conquista, lo tedioso.

Lo heredado tropezó y las limitaciones del pensar se sacudieron.

El transcurso por la escalera fue penumbra; el final, luz.

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